La artritis es un trastorno inflamatorio que se produce cuando los cartílagos, que unen un hueso con otro, se desgastan. Suele ocurrir por los cambios propios del proceso de envejecimiento; sin embargo, también puede aparecer por deficiencias nutricionales, lesiones y mantener un estilo de vida sedentario.
Aunque puede desarrollarse en cualquiera de las articulaciones del cuerpo, las manos suelen ser las más afectadas. Esto se debe a que están en continuo movimiento y, a lo largo de la vida, realizan múltiples esfuerzos que, de alguna forma, influyen en su deterioro.
Los pacientes afectados tienen dificultades para realizar muchas de las tareas cotidianas, ya que esta les provoca dolor e interferencias en la habilidad de movimiento.
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Es muy importante tener en cuenta que los síntomas de la artritis en las manos pueden evolucionar de formas distintas en cada paciente. Así pues, primeramente, es fundamental consultar al médico para evaluarlo.
Sales de Epsom:
Las sales de Epsom se caracterizan por su capacidad para reducir la inflamación y la rigidez, por lo que pueden ser un buen remedio contra la artritis. Su aplicación externa sirve como relajante para los músculos y las articulaciones, favoreciendo el alivio del dolor.
Ingredientes:
1 taza de sales de Epsom (200 g)
Agua caliente (la necesaria)
¿Cómo utilizarlas?
- En primer lugar, incorpora una taza de sales de Epsom en un recipiente con agua caliente.
- A continuación, remoja las manos durante 20 minutos.
- Repite el tratamiento, por lo menos, 3 veces a la semana.
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Aceite de ricino:
Este contiene una sustancia activa, conocida como ácido ricinoleico, que actúa como antiinflamatorio y analgésico ante este tipo de dolencias.
¿Qué necesitas?
2 cucharadas de aceite de ricino (30 g)
¿Cómo utilizarlo?
- Pon a calentar un par de cucharadas de aceite de ricino y, tras comprobar que su temperatura es soportable para la piel, frótalo sobre las manos.
- Repite su uso 2 veces al día, todos los días.
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Aceite de jengibre:
Su aplicación genera una agradable sensación de calor que, al mejorar la circulación, facilita el alivio de la rigidez y la inflamación.
¿Cómo utilizarlo?
- Toma una pequeña cantidad de aceite de jengibre y frótalo sobre las manos durante 3 o 5 minutos.
- Asegúrate de estimular la sensación de calor para conseguir buenos resultados.
- Úsalo todos los días, hasta 2 veces.
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Vinagre de manzana:
El vinagre de manzana contiene ácidos orgánicos que ayudan a regular el pH de la sangre, por lo que estimulan el equilibrio de los procesos inflamatorios del cuerpo.
Ingredientes:
1 cucharada de vinagre de manzana (10 ml)
1 vaso de agua (200 ml)
¿Cómo utilizarlo?
- Diluye una cucharada de vinagre de manzana en un vaso de agua tibia y consúmelo en ayunas.
- De forma opcional, agrega el producto en un recipiente con agua caliente y sumerge las manos durante 20 minutos.
- Úsalo todos los días.
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Semillas de alholva:
Las semillas de alholva, también conocidas como fenogreco, contienen ácidos grasos y aminoácidos esenciales que actúan como antiinflamatorios.
Ingredientes:
1 cucharadita de semillas de alholva (5 g)
1 vaso de agua (200 ml)
¿Cómo utilizarlas?
- Remoja una cucharadita de semillas de alholva en un vaso de agua y déjala en remojo toda la noche.
- A la mañana siguiente, pasa las semillas a través de un colador y consúmelas.
- Repite el tratamiento, por lo menos, durante 2 meses.
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Apio:
El apio es un alimento con propiedades diuréticas y antiinflamatorias que, tras asimilarse en el organismo, previenen y tratan los dolores asociados a la artritis.
¿Cómo utilizarlo?:
Primero, prepara una infusión de apio.
Seguidamente, consúmela 2 o 3 veces al día.
Toma el tratamiento 2 semanas, descansa una y retómalo.
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Tomado de: mejorconsalud.com