Futbolísticamente hablando, el Real Madrid en Liga necesita recortar puntos a sus rivales (tiene un partido menos). La espina de la Copa del Rey sigue estando ahí (no están en una final desde hace 5 años) y ante el Leganés, equipo que les apeó la temporada pasada, quieren por lo menos resarcirse.
¿El gran objetivo?, como siempre la Champions. Ganar la cuarta consecutiva sería rizar el rizo de lo increíble (este año además en casa del Atleti), pero como siempre no será sencillo, aunque se ‘perdonaría’ no ganarla otra vez.
Para llegar a esos objetivos, el equipo debe dar un cambio radical de imagen futbolística al que dio para acabar el año, pese a salir campeón del mundo de clubes. Con Solari a los mandos, se deben solucionar antes ciertos problemas.
¿Qué pasa con Isco y Asensio?, ¿cuál será el futuro de Keylor?, ¿hay confianza en el banquillo?, ¿marcarán Bale y Benzema las diferencias para hacer olvidar a Cristiano?…mucho trabajo por delante en Chamartín.
Las temporadas van supeditadas a los títulos, y en el caso del Real Madrid, el hecho de no ganar ninguno de los dos grandes (Liga o Champions), supondría un verano movidito en el apartado de entradas y salidas.
Muchos jugadores se pueden estar jugando su futuro en estos meses, de ellos dependerá que la temporada sea un éxito o un fracaso.
Tomado de: onefootball.com
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