Son momentos tierno que nos entrega la naturaleza y esta cría de un oso polar lo llevó al nivel más alto.
Había salido por primera vez de la cueva junto a su madre y fueron a buscar alimento al exterior.
La particularidad era que al corto tramo de haber avanzado en contra de las rachas de viento entre 60 y 70 k/h, el cachorro cansado se sube al cuerpo de su madre y se engancha en la parte trasera.
Según la fotógrafa Daisy Gilardini, quien capturó el momento, la cría tenia cuatro meses y estuvo 117 horas esperando para capturar este especial momento.
Gilardini sacó las fotos en el Parque Nacional de Wapusk, Canadá y aseguró que luego de haber esperado tanto tiempo, "fue un momento divertido y un comportamiento totalmente inesperado".